XXIV Marcha Diocesana al Corazón de Jesús de Monteagudo (Artículo en La Verdad)
Parece que fue ayer cuando un grupo de seglares, animados por la Compañía de Jesús en Murcia, en especial por el P. Sánchez Blanco y el P. Martín Moreno, deciden retomar la Marcha al Corazón de Jesús de Monteagudo – de ahí lo de 2ª etapa –cumpliendo así la invitación de los Papas, a los Jesuitas de todo el mundo, que extiendan y propaguen la devoción al Corazón de Jesús y que forme parte de la pastoral de la Compañía, a raíz de que el P. de La Colombière, que acompañaba espiritualmente a Sta. Margarita María de Alacoque – que sintió la visión del Corazón de Cristo –, interpretara y difundiera, dicha presencia.
El Corazón de Cristo nos invita permanentemente a escucharle, a verle junto a nosotros, en nuestro corazón, para así poder verlo en cada himno que nos encontramos, listo o torpe, rico o pobre, nacional o inmigrante, sano o enfermo, sabio o inculto y mantener ante él, en nuestra actividad cotidiana, la actitud que mantuvo Jesús, que no vino a ser servido sino a servir.
Pedro, en la puerta del templo, al mendigo paralítico que pedía limosna, le respondió: “no tengo oro ni plata, lo que tengo te doy, en nombre de Jesús Nazareno, levántate y anda”. En nombre de Jesús, le da el aliento y la fuerza sanadora del amor de Dios, para caminar (Hech. 3,1-39). Igualmente nos dice la escritura, “No busquéis entre los muertos, al que vive”. A Cristo se le ve donde hay vida, tesón, servicio, generosidad, perdón, en cada uno de nosotros, aunque algunos lo llevemos muy tapado. No busquéis a Cristo en lo alto, sino dentro de ti, en tu corazón, nos dice la escritura.
¿Y qué es la Marcha al Corazón de Jesús de Monteagudo? Una catequesis, la realidad de nuestra vida: caminar buscando el corazón de Cristo, generosidad, misericordia y servicio, para construir entre todos, el Corazón de Cristo que anhelamos, porque como nos dice S. Juan, “Dios es amor”.
El Corazón de Cristo nos invita permanentemente a escucharle, a verle junto a nosotros, en nuestro corazón, para así poder verlo en cada himno que nos encontramos, listo o torpe, rico o pobre, nacional o inmigrante, sano o enfermo, sabio o inculto y mantener ante él, en nuestra actividad cotidiana, la actitud que mantuvo Jesús, que no vino a ser servido sino a servir.
Pedro, en la puerta del templo, al mendigo paralítico que pedía limosna, le respondió: “no tengo oro ni plata, lo que tengo te doy, en nombre de Jesús Nazareno, levántate y anda”. En nombre de Jesús, le da el aliento y la fuerza sanadora del amor de Dios, para caminar (Hech. 3,1-39). Igualmente nos dice la escritura, “No busquéis entre los muertos, al que vive”. A Cristo se le ve donde hay vida, tesón, servicio, generosidad, perdón, en cada uno de nosotros, aunque algunos lo llevemos muy tapado. No busquéis a Cristo en lo alto, sino dentro de ti, en tu corazón, nos dice la escritura.
¿Y qué es la Marcha al Corazón de Jesús de Monteagudo? Una catequesis, la realidad de nuestra vida: caminar buscando el corazón de Cristo, generosidad, misericordia y servicio, para construir entre todos, el Corazón de Cristo que anhelamos, porque como nos dice S. Juan, “Dios es amor”.
Ángel Fuentes Blanc
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