Excursión de la Comunidad de Vida Loyola al Valle de Ricote.

Esta vez, la Comunidad de Vida Loyola ha elegido una ruta de interior, muy diferente a la realizada el mes pasado por la costa murciana.

 

El pasado sábado quedaron todos en el Balneario de Archena, pero no para darse un baño, si no para comenzar en este punto su caminata. 

Archena es la puerta que abre el Valle de Ricote, que llega hasta Cieza. Nuestra región guarda preciosos tesoros naturales e históricos y el Valle de Ricote es uno de ellos. Cuando uno lo visita por primera vez, siente que se traslada al paisaje de un Belén, repleto de frutales y palmeras.

Vista aérea del Valle de Ricote con las poblaciones de Ulea (primer término) y Ojós. Al fondo, el Azud de Ojós, pequeño embalse con salto de agua de producción eléctrica, que también sirve para redistribuir los canales de riego a ambos márgenes del río.

Rodeado de territorio desértico y encajonado entre la sierra del Oro y de Ricote, transcurre el río Segura con su habitual y escaso caudal. Estas tierras fértiles fueron habitadas y trabajadas durante siglos, siendo los musulmanes quienes dejaron la mejor huella en ellas, dotándolas de sistema de regadío por terrazas. Para salvar el desnivel de las huertas, llenaron la orilla de norias o "ruedas", como se las conoce en Murcia. Hoy día todavía podemos visitar algunas de ellas, restauradas y mimadas, pero que siguen haciendo su función como el primer día en el que fueron puestas en su lugar. Las mejor conservadas están en la población de Abarán, que tiene el orgullo de mostrar la rueda más antigua en funcionamiento de Europa, que data de 1805 y tiene casi 12 metros de altura.

Aunque nuestro grupo no llegó hasta Abarán y se deleitó con la contemplación del paisaje y las leyendas de Ulea y Ojós.

Un poco más adelante, en el lugar conocido como "El salto de la novia" (para conocer el por qué de este nombre, pinchar AQUÍ), descansaron contemplaron, orando con el texto del P. Arrupe SJ: "Enamórate".

Después de una meditación con el siguiente texto, volvieron caminando al punto de partida para dar la excursión por finalizada.