Comentario del Evangelio, 09 oct 22

 Domingo, 09 oct 22

                                           sentir y gustar                                             

“Ignacio en la experiencia de Manresa se va a sentir regalado gratuitamente por Dios y su vida va a ser una donación de sí mismo, como forma agradecida de corresponder a ese amor desbordante y libre. El agradecimiento será un aspecto básico de su espiritualidad, la motivación básica de su vida.” 
(Patxi Álvarez sj)
Del evangelio según san Lucas (17,11-19):
Una vez, yendo Jesús camino de Jerusalén, pasaba entre Samaría y Galilea. Cuando iba a entrar en una ciudad, vinieron a su encuentro diez hombres leprosos, que se pararon a lo lejos y a gritos le decían «Jesús, maestro, ten compasión de nosotros».
Al verlos, les dijo: «Id a presentaros a los sacerdotes».
Y sucedió que, mientras iban de camino, quedaron limpios. Uno de ellos, viendo que estaba curado, se volvió alabando a Dios a grandes gritos y se postró a los pies de Jesús, rostro en tierra, dándole gracias. Este era un samaritano.
Jesús, tomó la palabra y dijo: «¿No han quedado limpios los diez?; los otros nueve, ¿dónde están? ¿No ha habido quien volviera a dar gloria a Dios más que este extranjero?».
Y le dijo: «Levántate, vete; tu fe te ha salvado».

 > Comentario


    “Mientras iban de camino, quedaron limpios.” Jesús cura a diez leprosos enviándolos a los sacerdotes para que les autoricen a volver sanos a sus familias. Fueron curados. Hemos de agradecer a los médicos que nos curan, pero la sanación puede ser, además, ocasión y estímulo para iniciar una nueva relación con Dios. La acogida de Dios nos puede curar de miedos, vacíos y heridas que nos hacen daño. Nos puede enraizar en la vida de manera más saludable y libre. La curación puede ser parte de una sanación integral. 

    Los otros nueve, ¿dónde están?” A Lucas le interesa destacar la reacción de uno de ellos. Quien se siente agradecido hacia alguien, mantiene una relación cercana con esa persona y desea mostrarle su gratitud. Vivir como creyentes agradecidos es reconocer que todo es don, que nada nos es debido, que todo parte de un Dios misericordioso que se abaja para hacerse uno de tantos. Reconocer que sólo podemos vivir ante Él dándole gracias genera un modo nuevo de situarnos ante Dios, ante los demás y ante nosotros mismos. 

    “Levántate, anda, tu fe te ha salvado.” El samaritano regresará a su casa con la certeza de que la curación de su piel ha atravesado, en realidad, todo su ser. El profundo agradecimiento experimentado le hará vivir de un modo nuevo. El agradecimiento de este samaritano se convierte para nosotros hoy en una invitación a vivir desde la gratitud.

LZ

MIRA al samaritano que regresa para agradecer, ESCUCHA las palabras que le dirige
Jesús sobre su fe; CONSIDERA la necesidad de una sanación integral fruto de la gratitud.

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