Reparto de la Campaña de Navidad 2015

 

La mañana del día 20 amaneció pronto en el edificio Fontanar. Teníamos una cita con aquellos que nos habían pedido ayuda y lo están pasando mal.
Todos los miembros de la comunidad Loyola de Murcia estaban convocados para repartir los lotes de la campaña de Navidad.
Este año, se han repartido 51 cajas a otras tantas familias y 11 lotes más que se llevaron al centro de Cáritas parroquial de Algezares.
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También se ha ayudado con una compra de alimentos al asilo de las Hermanitas de los Pobres, a la Casa de acogida de las Hermanas de la Caridad Madre Teresa de Calcuta y a la casa taller "El Campico" de Alcantarilla.
Gracias a todos los que han ofrecido sus manos y las han puesto a disposición de los más necesitados.

Vamos llegando, todos citados a las 8 y media de un domingo electoral. No hay pereza, hay alegría por sabernos hermanos. Preparamos el oratorio.

 

Ultimamos los detalles de la entrega. Todas las cajas clasificadas y organizadas.



Como sí fuera la caja donde los Reyes Magos hicieron sus ofrendas, aquí se custodian todas las direcciones de las familias.

¡Que no falten los Scouts!

 

Ni la música, que es alegría.

 Vamos pasando, la oración de envío va a dar comienzo.

Nuestra puerta, siempre abierta.

Hemos acercado los coches, pero todavía quedan unos metros desde el portal, para recorrer con las cajas.

A cada lote en caja, se le sumó una bolsa de patatas recién cogidas, donación de un particular.

 

El pequeño lío se convierte en organización y poco a poco vamos saliendo a los destinos.

 

En marcha!

 

Los beneficiarios de esta campaña sólo tienen en común la necesidad, que en estos tiempos se ha agudizado marcando el día a día de muchas familias. Aquí, la de Carmen Campos con su marido y 5 de sus 10 hijos.

Algunos de nuestros hijos quisieron acompañarnos al reparto. Pudieron ver como igual íbamos a un piso en pleno centro de la ciudad, como a las afueras, donde varias familias con niños viven (o se refugian) en casas abandonadas pendientes de derribo.
Una gran enseñanza en la que se aprende a mirar y ver a todos aquellos que están a nuestro lado, pero que la sociedad sabe esconder.