Memoria del 2º trimestre de la Escuela de oración S.Jose Mª Rubio.
ESCUELA
DE ORACIÓN SAN JOSÉ MARÍA RUBIO (CENTRO LOYOLA MURCIA)
MEMORIA
SEGUNDO TRIMESTRE
CURSO
2015-2016
Comenzamos el 2º trimestre con la ilusión de seguir
avanzando en nuestro crecimiento espiritual, de seguir avanzando en nuestra
relación con Dios a través de la oración en el día a día de nuestro hacer
cotidiano.
Trimestre importante, marcado por dos eventos: La
celebración del Año Nuevo y la preparación de la Cuaresma en camino hacia la
explosión del Misterio Pascual, Muerte y Resurrección de Jesucristo.
Así, que mejor manera de celebrar el Nuevo Año que
agradeciendo el volver a reunirnos otra vez en este espacio y reconociendo la bondad original que todos llevamos
dentro a imagen y semejanza de la de Dios. Por eso, hemos hecho el gesto de
bendecirnos mutuamente, pués todos necesitamos bendecir, ser bendecidos y
autobendecirnos y el Nuevo Año es el momento idóneo para repartir bendiciones.
Comenzamos la Cuaresma con el Miércoles de Ceniza y para
prepararnos para ese día, nos repartimos en dos grupo de trabajo y con nuestras
oraciones personales sacamos unos lemas para empezar la Cuaresma: “Dándome,
recibo” y “Justicia, misericordia, caminar humildemente con Dios”. Y avanzando
en este caminar cuaresmal, oramos la compasión de Dios en el profeta Oseas:
Descubrir la Misericordia de Dios en nuestros desiertos de crisis, sentir ese
amor apasionado de Dios Padre-Madre que nace de lo más profundo de las
entrañas, que sufre y se conmueve con amor entrañable por todos nosotros. Y
terminamos esta preparación cuaresmal con un retiro en la Escuela de Oración,
mirando con los ojos de Dios, dejándonos curar nuestra mirada con el colirio
sanador de Jesús para así ver la Luz y
ser Luz conectada con la Luz, como así lo oramos anteriormente en el Día de la
Candelaria.
Y en este trimestre seguimos orando nuestras palabras
hebreas: “Bajar” (muchacho) y “nefesh” (alma, garganta, aliento). La
primera palabra nos hizo orar por nuestros jóvenes y considerar un texto de S.
Agustín que desde joven sintió un gran amor por su madre. Y la segunda palabra
nos hizo ver el alma como ese mar profundo que está en mi interior y que es
común y comparto con el resto de la Humanidad.
Y ya para finalizar el trimestre, nuestro consiliario, el
P. Justo Prieto, nos hizo orar y reflexionar sobre tres cuestiones
fundamentales en nuestro ser creyentes: Cómo pervertimos la religión, cuales
son los criterios de la verdadera religión y de qué manera transmitimos nuestra
fe. Nos hizo reflexionar sobre a qué Dios damos culto, a qué Dios oramos y que
los criterios de una verdadera religión son la unión intima de amor con un Dios
trinitario que nos hace más humanos y al mismo tiempo más divinos, en unión con
la Humanidad entera. Nos hizo reflexionar sobre la propagación de la fe desde
la cabeza, el corazón y la voluntad y ver si nuestra fe es una fe fría o
caliente. Y, ya en grupos, trabajamos un documento de los obispos vascos,
aplicándolo a nuestra Escuela de Oración, en la cual sentimos que esa
transmisión de la fe la vivimos en plena libertad, sintiéndonos acompañados en
nuestra búsqueda de Dios y que en la Escuela se nos transmite el verdadero
rostro de Dios en unión perfecta con la Fe de la Iglesia.
Así, de manera resumida, ésta ha sido toda nuestra
actividad en este trimestre, de la Escuela de Oración.
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